Nichonomicón

Le escribo para no perder la costumbre de recordar su presencia. Le escribo para engalanar mis letras a su nombre. Le escribo para calmar mis ansias de amarlo. Le escribo, aunque usted no lea, y por ende, no responda. Escribo porque no encuentro otra manera de pasar mis horas en su ausencia, de apresurar el tiempo que lo mantiene aislado... De forzar a las horas, los minutos a correr a mi antojo y detenerse ante la certeza de su encuentro. Permito que el tiempo transcurra en silencio, oyendo sólo mi respiración y un par de latidos, que se ahogan en mi pecho. Me falta su calor, su respiración, el aroma de su piel, su delicada sonrisa al dormir... Y eso, es lo que me mantiene en vela. Eso, y el recuerdo de esos ojos café insomnio con los que me miras cada mañana que me regalas la dicha de despertar a tu lado.

La luna empezó a esconder su rostro... Seguro oyó de tus labios esas palabras dulces que sabes decir. Se sonrojará, y me recordará a ti, a ese dulce color que toma tu piel cuando mis dedos la rozan... Y voy a suspirar según vaya oscureciendo, justo como mis párpados al cerrarse cada noche con tu recuerdo como último pensamiento del día... y desaparecerá, como desapareció tu mano de la mía, casi sin darme cuenta... La luna va a sangrar, como un corazón herido, y renacerá, blanca y pura, como un alma al conocer el amor... Como mi alma, al conocerte.

Un amigo de por allí, de las calles del mundo, tiene por costumbre hacer haikus. He leídos unos muy bueno, pero este es particularmente especial por un chistecito interno. Gracias por compartirlo conmigo. El otro pseudo haiku de hoy a esta hora: Tormenta en la Mar Rompen las Olas Orgasmo Por Javier Rojas.

Al ver alejarse aquello que tanto anhelas, desesperas Te carcome la necesidad de sujetarle Cuesta respirar, cuesta comer, cuesta pensar Lo único fácil es recordar, y te hace sentir peor… Tratas de pensar cómo arreglarlo Y ni una idea útil va a tu cabeza Sólo gira y gira Sólo te hundes Tratas valientemente de salir Intentas sutilmente hablar Acercarte, involucrarte Y chocas contra la puerta cerrada Que más queda que sentarte frente a la puerta y esperar pacientemente a que te abran…

Como un disparo, su recuerdo inundó mi cabeza... ...BANG... Su respiración... Sus besos... Sus suaves caricias... Su fuerte agarre... La presión de sus dedos inmovilizando mis muñecas... ...BANG... De nuevo, su respiración... En mi nuca... Y sus besos, esos besos... Recorriendo mi cuello hasta mi oreja... Sus suaves caricias en mis piernas, en mis muslos... Su fuerte agarre, en mi cadera, en mis nalgas... Sus dedos, presionando mi cuello, cortando mi respiración... ...BANG... Su voz en un susurro marcándome como su propiedad... El sabor de la pintura en la pared... Su pecho presionando mi espalda... Embestidas... Embestidas... El jadeo... Un gruñido escapa de sus labios... Y grito... ... Respiro. Abro los ojos y no estás... La verdad, ya me duelen las manos de esperarte.

En medio del ajetreo de la ciudad ellos se reúnen... Piensan lo mismo, pero no se atreven a decírselo el uno al otro... Está fuera de una conversación casual, pero invade sus pensamientos cada momento del día... Van de la mano, recorriendo el mundo. Él la observa, mira sus medias pantys color negro y las ve perderse bajo su típica falda de secretaria, siente como sus pantalones le aprietan según va creciendo su erección. Propone sentarse, debe disimular eso, y guía a la chica hasta un conjunto de banquitos poniendo la mano en su cadera y empujando suavemente, mientras, ella reproduce la sensación que se siente y la compara a como se sentiría esa mano sobre sus nalgas. Se moja. Se sientan y al cruzar las piernas, su falda deja al descubierto el borde de encaje de las medias... Lleva un liguero y el acaba de notarlo. Pone su mano encima de su regazo para ocultar lo que ya ella pudo ver. Eso la excito más, se acercó a el y suavemente le dijo, "no llevo ropa interior", mientr

Y que tal si tu amor no me ata, si susurras palabras y "te amos" a granel... Y que tal si este amor es libertad si me amas y te amo solo un poco nada más... Y que tal si todo se desfasa si termino en tu casa y ya no es para dormir... Y que tal si todo esto enloquece y el cariño crece y crece y no te alejas nunca más... Y que tal si te digo que no quiero que va mucho más que el miedo, estas ganas de huir... Y que tal si te pido que no me sueltes no me dejes ser cobarde con lo que siento por ti... Y que tal si lloro entre tus brazos y si vamos paso a paso no a correr para morir... Y que tal si todo esto es pasajero si me niegas los "te quiero" dime que será de mi... Y que tal si te sueño y enloquezco por cada uno de tus besos cayendo sobre mi piel... Y que tal si no aguanto esta condena de la guerra se arma cada vez en mi interior... Y que tal si algún día solo exploto debido a las ganas locas que produces dentro de mi... Y que tal si

Miro tus ojos cafés y me llevan a la luna donde en silencio me desnudan donde en secreto me miman Siento tus labios presurosos que fugazmente me besan como si tuvieran la certeza de que cada beso me quema Tus manos suaves me tocan un leve y pequeño roce hace que mi piel se sonroje y que de amor suspire Y entre suspiro y suspiro sabes que te recuerdo que tu piel caliente siento y eso me mantiene viva...

Quisiera conocer ese lunar no descubierto, tocar los acordes de tu melodía, cantar tu nombre. Quisiera inhalar el aroma de tu vida, fotografiar tus recuerdos, escribirte entre las estrellas del cielo. Quisiera inmortalizarte en la historia en medio de un efímero beso. Quiero escribir sobre ti, hacerte poesía, descubrir el tono de tu piel en medio de la oscuridad. Quiero sentir la suavidad de tu sonrisa pegada a mi piel, y sonreírte en los labios. Permíteme apreciar el color de tu alma al amanecer, y ahogar esta ansiedad en el café de tu mirada. Permíteme oír tu voz cuando no hablas, comunicarnos entre risas y suspiros, como almas viejas. Y entonces, tal vez, pueda entender lo que me pasa contigo.

Para sonreír..

Mira a la nada, ¿cuánto dolor eres capaz de soportar antes de quitar tu mismo, con tus propias manos, tu cabeza? ¿Qué tanto deseas esa lobotomía? Se sincera, ¿qué es lo que quieres olvidar? ¿Segura que quieres olvidar? Yo creo que sería mucho más productivo, para ambos, que te ahogues en sus ojos.

Las palabras han dejado de surgir de mis dedos... Recuerdo cuando era sencillo escribir, cuando la musa estaba ahí y yo vivía sólo para ella, cuando poseía este cuerpo mortal y contaba, con el lenguaje de los dioses nuestras vidas pasadas... Recuerdo. Recuerdo cuando el insomnio era un aliado, cuando inhalaba versos y exhalaba palabras dulces a oídos poco merecedores. Recuerdo cuando eso no me importaba... Escribir, hablar, contar historias... Una experiencia sublime, solo superada por la facilidad de describir almas a base de nombres y miradas... Pero la perdí, mi musa se extravió, o huyó... Sólo, dejó de acompañarme... Hasta ahora, cuando la encontré en el café... En el café que bebí lentamente con mi mirada.