Entradas

Siguiente, siguiente, siguiente...

 Se siente mal caminar en un cuerpo que no parece el tuyo, hasta que duele, hasta que quema. Entonces lo identificas, pero no lo aceptas porque es repulsivo en lo que te conviertes. Si, eres un depredador, estás en la cima de la cadena alimenticia, o eso dicen; pero te sientes un cordero dispuesto a ser degollado. Basta, debes aprender a dejar ir cuando hay cosas que no puedes tolerar, o irte tú. Ya vete. Hay cosas que no puedes cambiar, otras que no debes, y otras que no son tu problema. Y entonces, es donde todo se descontrola. Sigue caminando, aunque por ahora solo seas una huésped en tu propio cuerpo. Podrás poseerlo, domarlo y hacerlo tuyo, y cuando eso pase, no habrá nada que se resista. Mientras, solo sonríe, respira, y di “siguiente”.

Abismo

Imagen
Veo el abismo, fijamente; sé que él también puede verme. Sé que es así porque en algún punto yo también fui el abismo. Me deshago en llanto, ¿o es rabia? no puedo siquiera identificar el sentimiento. ¿Cómo se siente la tristeza, el dolor, la angustia? ¿Cómo se sentirá morir? Trato de alejar los pensamientos suicidas, los desórdenes, los complejos; me resisto, pero ellos han aprendido a resistirse mejor. Veo mi cabello y me molesta, se siente bonito, suave; no lo merezco, porque siempre lo arruino, quizás sería mejor solo cortarlo. Sostengo las tijeras y pienso en que necesitaré más de un corte para que funcione, y miro mis muñecas, quizás no estoy pensando del todo en mi cabello. Respiro, soy consciente de cada vez que inhalo y trato de no desesperarme con el ruido que me consume, que me agobia; son sonidos distantes pero que me pesan como si tuviera que cargarlos uno a uno dentro de mi cabeza; y allí ya es lo suficientemente ruidoso. Ayer tuve un gran encuentro mientras admirábamo

Darius Chewbacca Salem de Jesús

Imagen
Hace tiempo, no recuerdo exactamente cuánto, casi cuatro años, pasó. Esa noche me convertí en gato, me escabullí por los techos, corrí entre la grama y encontré un gato amarillo que sabía que quería fuera mi siempre. Y así fue como pasó, esa noche nos unimos, cantamos a la luna, juntamos nuestras colas en un delicioso ritual y con los ruidos más grotescos para otros y más sublimes para nosotros, te concebimos. Te gesté durante unos meses, te di vida en mi interior con mi deseo de tenerte entre mis brazos, te deseé, te vi en el rostro de cada pequeño gato asustado de la calle, pero no fue hasta el 12 de febrero del 2016 cundo naciste para mí. Probablemente tendrías uno o dos meses ya, pero ese día en que nos encontramos los tres en la escaleras del que era uno de mis mejores amigos (quizás aún lo sea sin importar nada), fue el día de nuestro nacimiento; tu nacimiento como el bebé más amado del mundo, y nuestro nacimiento como padres del cachorro más listo y amoroso jamás visto.

Monstruos bajo el mar

Imagen
Se agita bajo el mar, mueve el agua a su alrededor, sisea, danza, la marea roza su piel y la acaricia, todo está bien debajo del agua, pero siempre queremos más. Y así sube a la superficie, mira el sol, el cielo azul, El cielo es tan profundo como su mar, o eso parece, Respira el aire fresco con olor a flores. En ese momento lo vi, ese monstruo que será mi pesadilla, Una burla constante a mis sueños, invasivo, Me arrastro entre sus siseos y repta sobre mí. Es una serpiente de agua, con su piel brillante y sus tonos grises, Es un monstruo del mar, con su sabor salado y olor a profundidad, Es la perdición dentro de sus ojos, como quien navega hasta el infinito. No importa cuánto le sueñe, siempre es igual, Siempre me arrastra a su territorio, Siempre me lleva hasta sus cercanías y me hunde. Así fue la primera vez que la vi, a esa sirena, ese monstruo, Su cabello largo y platinado en tonos grises, Y sus ojos, color azul profundo que me hunde e

Esa noche de halloween

Era la noche de halloween, un gran evento dentro del aquelarre, un gran salón decorado por pesadas cortinas vinotinto y lámparas colgantes, y allí estaba el chico con el que se supone que debía salir, siendo seducido por una bruja espectacular, alta, con el cabello rojo en ondas perfectas, usaba un vestido azul eléctrico que se macaba contra cada una de sus curvas, se me hacía tan sensual. Me los imaginaba cada vez más cerca y lo que me producían no eran celos, era un deseo insoportable de tocarme mientras esa súcubo pelirroja lo rompía en mil pedazos de placer. La noche transcurría tranquila, había mucho vino, música y mucho lujo en el salón, se suponía que debían invocar a un demonio mayor para que guiara las fiestas, pero debido a un problema que hubo con el anterior (terminó trayendo a otros demonios con él), nuestro animador fue cancelado y nuestros líderes no saben si al realizar la invocación vendrá el mismo demonio o tendremos a un sustituto. Un demonio menor se estab

Re-inicio.

Lo oí, fue fue un ruido claro y seco. Lo oí, y sé lo que fue. Un corazón roto. Mi corazón. Roto. Otra vez. Y duele, duele. Siempre duele. ¿Quién lo rompió? Es lo de menos. Nunca volverá a ser igual. No más. No digas nada. No lo vale. Es mejor callar. Traga grueso, respira. Vuelve a empezar. Otra vez. Sin quejarse. Sin patalear. Sin hablar fuerte. Hablar solo lo esencial. Que se vea natural. Que te veas natural.

Esnifo poesía

No puedo dormir, y me pregunto ¿con qué sueñas? ¿acaso yo me asomo entre tus párpados? Me meto un par de líneas de esta estrofa para pensarte, y como siempre, huele a café. Y me escurro entre tus labios, ya que quizás esta sea la única manera de exhalar tu aliento.